Crisis en el sector aéreo colombiano: Desabastecimiento de combustible para aviones genera incertidumbre por cancelación de vuelos
Esta semana, Colombia enfrenta una nueva crisis en el sector aéreo debido a la escasez de combustible Jet A1 en varios aeropuertos del país. Esta situación ha generado preocupación entre los viajeros que tienen vuelos programados a destinos nacionales e internacionales, ya que se teme que la falta de combustible pueda provocar cancelaciones y demoras en los vuelos.
El problema comenzó el pasado 16 de agosto, cuando la Refinería de Cartagena (Reficar) experimentó una falla eléctrica que interrumpió la producción y entrega de combustibles, afectando principalmente el Jet A1, utilizado por las aeronaves comerciales. Si bien la Refinería de Barrancabermeja se ha comprometido a cubrir el 100 % de la demanda de combustible, Reficar solo podrá abastecer un 76 % de su capacidad normal, lo que ha agravado la situación.
Latam, una de las principales aerolíneas que operan en el país, fue de las primeras en emitir una advertencia sobre el desabastecimiento. La compañía informó a sus filiales sobre la falta de combustible en aeropuertos clave como Leticia, Montería y Bucaramanga. Además, en Bogotá, el aeropuerto más importante del país, los niveles de combustible se encuentran en una situación crítica.
Para hacer frente a esta emergencia, Latam ha implementado un plan de contingencia que incluye cargar combustible extra en vuelos internacionales fuera de Colombia, realizar ajustes operacionales y monitorear de cerca el consumo de combustible en cada aeropuerto.
Ante la gravedad de la situación, que podría afectar los itinerarios de cientos de vuelos en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá y otras terminales, Ecopetrol, la empresa a cargo de las refinerías, ha emitido un comunicado con un mensaje de alivio para el sector aéreo. Según la petrolera, se está llevando a cabo una operación de importación de 100.000 barriles de combustible Jet A1, que se espera lleguen al país entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre de 2024.
Mientras tanto, la incertidumbre y preocupación continúan tanto para las aerolíneas como para los pasajeros, quienes esperan que las medidas implementadas por las autoridades y empresas del sector logren estabilizar la situación en el menor tiempo posible.
